La actual migración centroamericana nos apabulla, y vemos un complot en cada caravana, surgen sentimientos de compasión, de empatía y por otro lado de racismo y xenofobia, las comparaciones, que si la migración española trajo consigo a intelectuales que dieron brillo , que si la chilena o uruguaya y por ahí se van.
Es tan difícil o tan fácil comprender que alguien decida abandonar su patria, su familia, y errar por un territorio hostil para llegar al sueño americano, un sueño perseguiido no solo por ellos, sino por muchos mexicanos.
Para poder entender la situación es importante considerar que Honduras y El Salvador se encuentran entre los países con mayor tasa de homicidios que no están en situación de Guerra y Guatemala, se ubicó en el 17 lugar. Ante esta violencia que queda, muchos migrantes sienten que no tienen otra opción que huir, ya que no pueden contar con la protección de la policía local o de las autoridades judiciales.
Hasta la naturaleza confluye en contra los efectos del cambio climático con su estela de devastación como los cuatro jinetes de la apocalipsis, provocando hambrunas en las comunidades rurales, Honduras inundaciones 2017, sequía en Guatemala 2018, cabanga la violencia de genero el abuso doméstico y la incapacidad de obtener protección de las autoridades locales, como un factor importante que lleva a las mujeres a emigrar desde Centroamérica, todo ello se combina con la falta de oportunidades donde las probabilidades de obtener empleo son nulos.
Los niños y jóvenes de comunidades marginales se ven desproporcionadamente afectados por la alta tasa de homicidios y violencia. Mujeres y niñas en particular son vulnerables a persistentes niveles de violencia de género. El número de mujeres que han muerto violentamente como porcentaje del total de muertes violentas en El Salvador, Honduras y Guatemala se encuentra entre las más altas del mundo
En muchas comunidades marginales, las pandillas imponen toques de queda, controlan la entrada a sus vecindarios e imponen sus propias reglas. Los niños y los jóvenes a menudo son amenazados o presionados para unirse a las pandillas, mientras que las mujeres jóvenes a menudo sufren agresiones sexuales o abusos a manos de pandilleros, lo que obliga a muchos a abandonar la escuela o a mudarse.
Viajar en caravana es una respuesta lógica. Las familias necesitan irse, por razones descritas anteriormente, pero arriesgan asaltos, robos, secuestros, violaciones o incluso asesinatos si intentan hacer el viaje através de México sin un coyote. Viajar en grupo minimiza los riegos y hace innecesario el pago a los coyotes.
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Gran parte de la violencia y la inseguridad se deben a la presencia del crimen organizado y la proliferación de pandillas locales.
3De acuerdo a una entrevista con la responsable de la organización Centro de Atención al Migrante Retornado (CAMR Honduras), el método anticonceptivo más usado entre las mujeres migrantes hondureñas es el Depo-Provera, que protege durante tres meses, y que es conocido como la “Inyección anti-México” (Agencias, 2015).
4De acuerdo a Nájera (2014), entre los guatemaltecos, algunos prefieren movilizarse a otro país (como México) para evitar situaciones de violencia en sus comunidades de origen y en la familia. Los padres promueven que los hijos adolescentes y jóvenes migren para evitar ser incluidos en pandillas y grupos delictivos como la Mara Salvatrucha; y las cónyuges o hijas prefieren trasladarse a México para evitar situaciones de violencia intrafamiliar esencialmente ejercida por los jefes de hogar u otros varones.
5A modo de ejemplo, destacan las organizaciones como FM4 Paso Libre, el comedor comunitario ubicado en la localidad de Lechería, el apoyo alimentario que ofrecen las Las Patronas y los casos de los albergues religiosos como Hermanos en el Camino, El Buen Pastor, Belén, La 72 y diversas casas del migrante, como la de Saltillo.